A propósito de una campaña publicitaria...
Recientemente descubrí el famoso anuncio de Campofrío que tanta polémica está causando,especialmente en el sector vegetariano.
Supongo que ya muchos lo conocéis. De todos modos, he colgado el vídeo del anuncio (versión reducida) y lo que la contraparte ha considerado adecuado para finalizarlo.
En mi opinión, y siendo lo más objetiva posible (dejando a un lado mi clara postura en pro al vegetarianismo), quiero destacar algunos aspectos del anuncio y analizarlos aquí:
¿Es ético que una empresa promocione sus productos ridiculizando y atacando a un sector de la sociedad que se abstiene de consumir sus productos? francamente, yo esto lo veo más bien como un claro contraataque ya que de algún modo deben de empezar a sentir el movimiento animalista como una amenaza para su negocio. Y sí, quizás estoy siendo optimista, pero aunque no lo parezca, siempre hay personas receptivas y capaces de replantearse su estilo de vida cuando conoce, o mejor dicho, quiere conocer la realidad.
Han querido hacer una parodia ¿basándose en qué? ¿en la realidad? en lo absoluto. ¿Humor? ninguno.
Analicemos... la família Hippie en la aldea... ¿alguien conoce este prototipo de personas hoy en día?... por favor, los vegetarianos somos personas que llevamos una vida normal, tenemos un rol social como el resto de la sociedad. No somos una secta y tampoco somos hippies (al menos no es una condición). De hecho, creo que los hippies de hoy en día se hinchan de comer carne....mucho distan de los que iniciaron el movimiento "haz el amor no la guerra".
Y por último (porque sí, aunque nada del anuncio tiene desperdicio, voy a obviar el resto), el slogan del final "si lo pruebas te conviertes"... ¿"te conviertes"? ¿en qué? (ver vídeo, porque es lo único que se me ocurre como respuesta). Pero desde luego, hay que ser patético para tratar de sectarios a los vegetarianos, cuando lo único que hacemos es vivir en consecuencia a nuestros principios éticos respetando a los animales y a nuestro entorno, sin dañar a nadie, ¿acaso es eso malo?